Un accidente automovilístico en la provincia de Zamora, España, en la madrugada del 3 de julio, resultó en el trágico fallecimiento del futbolista portugués Diogo Jota y su hermano André Silva. Ambos viajaban rumbo a Santander tras una reciente boda, cuando su vehículo sufrió un reventón de neumático, salió de la vía y se incendió al instante, sin dejar tiempo para rescate.

La conmoción se extendió rápidamente más allá de la familia y el entorno cercano. Se reportaron multitudinarias muestras de dolor: un libro de condolencias en Anfield, un minuto de silencio en el Mundial de Clubes, y homenajes en la Euro femenina. Numerosas figuras del fútbol manifestaron sus condolencias, incluyendo compañeros del Liverpool, la selección portuguesa, y personalidades como Cristiano Ronaldo y Virgil van Dijk.

El funeral se celebró el 5 de julio en Gondomar, Portugal, con una emotiva ceremonia en la Igreja Matriz. Asistieron su esposa Rute Cardoso, sus padres –visiblemente afectados– y tres hijos. Colegas futbolistas como Rúben Neves, Bernardo Silva y el seleccionador Roberto Martínez también estuvieron presentes, llevando los féretros y ofrendas florales.

Las escenas resultaron profundamente conmovedoras: Rute, devastada y sostenida por allegados, y la madre, Isabel, casi sin fuerzas, despidiéndose de sus hijos. Al obispo de Oporto se le escucharon palabras de consuelo a la familia, especialmente a la viuda e hijos, reconociendo el dolor inmenso que enfrentan.

Liverpool FC expresó públicamente su “pérdida inimaginable” y confirmó que cubrirá los salarios pendientes de Jota hasta el fin del contrato, como apoyo para su familia. Además, se suspendieron temporalmente actividades en señal de respeto durante los momentos posteriores al accidente.

En conjunto, la partida de Diogo y André deja una profunda marca en el fútbol, resaltando la importancia de valorar cada momento. La solidaridad de compañeros, clubes y afición rodea a la familia, mientras el legado y la memoria de los hermanos perdurarán como recordatorio de su pasión, profesionalismo y vínculo inquebrantable.