Livia Brito pierde demanda a paparazzi, deberá pagar más de un millón de pesos

La actriz cubana Livia Brito ha sido noticia recientemente tras confirmarse un fallo judicial en su contra relacionado con un incidente ocurrido en 2020. El caso, que involucra al fotógrafo Ernesto Zepeda, concluyó tras varios años de litigio con una resolución firme por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual rechazó el último recurso legal de la actriz. Con esto, queda establecido que deberá cubrir una indemnización económica considerable.

El conflicto se originó cuando Brito y su pareja, durante unas vacaciones en Cancún, confrontaron a un fotógrafo que intentaba capturar imágenes de forma no autorizada. Durante el altercado, el profesional resultó con lesiones físicas y su equipo fue dañado. A raíz de estos hechos, se inició una demanda por reparación del daño, la cual fue progresando en el ámbito legal hasta alcanzar esta sentencia definitiva.

Las autoridades determinaron que Livia Brito y su entonces acompañante son responsables de los daños físicos y materiales sufridos por el fotógrafo. Según dictaminó el tribunal, deberán pagar una suma aproximada de 1.2 millones de pesos mexicanos. Esta cantidad corresponde tanto a la compensación por los daños como a la pérdida del equipo de trabajo utilizado por el reportero gráfico.

El fallo también refuerza el debate sobre el derecho a la imagen personal frente al trabajo periodístico en espacios públicos. La Corte estableció que, al tratarse de una figura pública, las acciones del fotógrafo no constituyen una violación legal, y que la respuesta física al hecho fue desproporcionada. Esta interpretación fortalece los derechos laborales del gremio de la prensa dentro de los límites legales.

La noticia ha generado múltiples reacciones en redes sociales y medios de comunicación, donde muchos han manifestado su opinión a favor del respeto entre figuras públicas y trabajadores del medio. A pesar del fallo, Livia Brito no ha emitido declaraciones recientes sobre el tema. Se espera que, una vez superado este episodio, continúe con sus proyectos personales y profesionales.

En conclusión, este caso representa una lección importante sobre las consecuencias legales que pueden derivarse de los enfrentamientos entre figuras del espectáculo y los medios. También abre el diálogo sobre los límites del trabajo periodístico y el derecho a la privacidad. Más allá del resultado, el proceso refleja la importancia de recurrir a vías legales en lugar de resolver conflictos mediante el uso de la fuerza.