¿Por qué mi zona íntima huele a pescado?👩🏻‍⚕️

Algunas mujeres pueden notar, en ciertos momentos, un cambio en el olor natural de su zona íntima, lo cual genera preocupación y preguntas sobre su origen. Un aroma fuerte o inusual, especialmente si se asemeja al olor del pescado, no debe ser motivo de vergüenza, pero sí de atención. Este tipo de cambio puede ser una señal de que algo en el equilibrio natural del cuerpo está alterado.

Uno de los motivos más comunes de este tipo de olor es un desequilibrio en la flora natural de la zona íntima. Este ecosistema está formado por bacterias que mantienen su pH en niveles saludables. Cuando se rompe ese equilibrio, ya sea por el uso de productos irritantes, duchas internas o cambios hormonales, pueden proliferar bacterias que generan olores más intensos de lo habitual.

Una causa frecuente es una condición conocida como vaginosis bacteriana, que ocurre cuando las bacterias saludables disminuyen y otras toman su lugar. Esto puede producir un olor fuerte, especialmente después de momentos como el ejercicio o relaciones íntimas. Aunque suele ser fácil de tratar, es importante no automedicarse y acudir a una evaluación profesional si el mal olor viene acompañado de molestias como picor, flujo anormal o ardor.

El uso excesivo de productos perfumados o jabones no adecuados también puede afectar el equilibrio natural. Muchas veces, en un intento por «limpiar» más allá de lo necesario, se altera la protección natural de la zona, lo que puede favorecer la aparición de olores. Los especialistas recomiendan lavar con agua y un jabón suave, sin perfumes ni químicos fuertes.

Otro factor a tener en cuenta son los hábitos de higiene, el tipo de ropa interior utilizada y la alimentación. El uso de prendas muy ajustadas o sintéticas puede aumentar la humedad, mientras que una dieta rica en ciertos alimentos también puede influir en el olor corporal general. Mantener una buena hidratación, usar ropa interior de algodón y cuidar la dieta pueden ayudar a prevenir este tipo de cambios.

En resumen, si bien el cuerpo puede experimentar variaciones naturales, un olor muy fuerte o persistente merece atención profesional. Escuchar al cuerpo y actuar a tiempo permite mantener la salud íntima en equilibrio. Ante cualquier duda o incomodidad, lo más adecuado siempre será consultar con un especialista en salud femenina.